Las chimeneas tienen el don, en invierno, de ofrecer un entorno muy hogareño. Invitan a que toda la familia se reúna en el salón o sala de estar alrededor de la chimenea. Sin embargo, para utilizarla con seguridad es necesario adoptar una serie de medidas.
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Consejos para un uso seguro de chimeneas
Una chimenea no es peligrosa si se adoptan las medidas oportunas. Para evitar riestgos es fundamental tener en cuenta una serie de consejos:
- El tiro de la chimenea debe estar abierto cuando se quiera encender el fuego. Se debe mantener abierto hasta que acabe el fuego. Todo ello pensando para que el humo salga de la casa.
- La madera debe ser vieja y estar seca. La madera que está verde o mojada suele producir más humo y favorece a la acumulación de hollín en la chimenea mientras que la seca se quema de forma más pareja.
- Si se colocan pedazos más pequeños de madera en una rejilla se queman más rápidamente y producen menos humo.
- Tirar las cenizas de fuegos anteriores. El nivel de ceniza no debe superar los 2,54 cm, ya que los niveles más altos bloquean el suministro de aire que recibe la madera ( troncos) y produce un mayor humo.
- Debes llamar a un deshollinador profesional para que realice un mantenimiento de la chimenea al menos una vez al año. Se debe realizar una revisión a la chimenea, aunque no necesite una limpieza, para asegurar que no haya ni nidos ni obstrucciones para que el humo salga.
- Intenta evitar lo máximo de que sus hijos se acerquen y se quemen al tocar la puerta de vidrio que suelen tener algunas chimeneas. Debe instalar rejillas de protección para reducir el riesgo de quemaduras.
- Evita que alrededor de la chimenea haya cosas que puedan ser inflamables. Pueden ser desde muebles, periódicos, libros hasta cortinas…
- La chimenea no puede estar encendida sin que haya vigilancia. Asegúrate de que está bien apagada antes de irte a la cama o al salir de la casa. Además, no salga de una habitación con una chimenea encendida dejando a un niño pequeño solo dentro.
- Las herramientas y accesorios de las chimeneas deben estar fuera del alcance de los niños pequeños. Igual deben estar fuera los encendedores y las cerillas.
- Es fundamental que instale detectores de humo y de monóxido de carbono. Las pilas deben estar funcionando, lo mejor sería que se revisarán una vez al año.
- Tenga un extintor de fuego lo más cerca posible.
Instalación de elementos protectores
En una casa con una chimenea y niños, es primordial, contar con un protector de chimeneas o estufas. De esta forma nos evitamos el problema que puede haber si lo tocan y se queman.
Lo mismo, se podría decir, si hay mascotas en la casa, pues corren los mismos peligros que los niños.
Los protectores son muy necesarios en el caso de chimeneas o estufas de leña. No ocurre lo mismo en los hogares que ya tienen doble cámara. Puede pasar que los laterales estén calientes, pero no llegan al punto de que si son tocados por accidente esa persona se queme.
Sin embargo, no podemos olvidar que tocar el cristal de cualquier estufa o chimenea de leña va a producir cierto quemado en esa zona. Es algo que no se puede evitar.